Quintanilla de la Berzosa

Es lugar despoblado como consecuencia de haber sido anegado su término por las aguas del embalse de Aguilar de Campoo, y del cual solo se salvo su iglesia de San Martín, que hoy domina desde un alto los singulares paisajes del entorno. En origen fue un edificio románico, conservando de esa época la espadaña, los pies de la iglesia, algunas arquivoltas de la portada, que en su conjunto es gótica, junto a dos curiosos capiteles reutilizados como canecillos e instalados sobre el frontal de la portada, donde en uno de ellos veremos representada una curiosa sirena de doble cola, tan habituales en el románico rural segoviano. Si visitamos el templo en su interior veremos más claramente que es un edificio muy remodelado ya en época gótica, pues su capilla mayor se cubre con bóveda de crucería con terceletes, aunque el resto del templo lo hace con bóveda de cañón apuntada, cuyos arcos fajones se apoyan en medias columnas con capiteles de bolas. A la parte sur del templo y a los pies del mismo, existe una necrópolis alto medieval de tumbas antropomorfas excavadas en la roca, que nos hacen pensar que en este lugar pudo haber existido una iglesia rupestre hoy desaparecida.

Frontada:

De su caserío sumergido bajo las aguas del embalse de Aguilar (1963), solo queda en pie su antigua iglesia parroquial de San Andrés, a la cual pone fecha un epígrafe que sitúa su consagración en el año 1143. El edificio se conserva en una pequeña península que bordea las aguas del mencionado embalse, y se puede acceder a ella a través de una pista compactada de dos kilómetros de recorrido, cuya entrada señalizada se localiza a medio camino entre Quintanilla de la Berzosa y Foldada.
El conjunto templario se ubica en uno de los parajes más atractivos de estos entornos ribereños del embalse de Aguilar, a lo cual ha ayudado mucho el que tanto el edificio como sus alrededores fueran en el año 2001 rehabilitados por la Confederación Hidrográfica del Duero, por lo que hoy podemos disfrutar de un entorno acondicionado con mesas, bancos y hornillos, a los cuales prestan sombra un buen bosque de pinos muy necesitados de limpieza, así como del acogedor porche del templo, desde el que se domina una buena vista sobre la balsa del embalse y los restos del desaparecido poblado, cuya antigua traza urbana está representada en un bronce dispuesto al efecto. Girando una vista a esta bella y recogida iglesia románica de San Andrés de Frontada, veremos que en su parte exterior sobresale la portada de doble arquivolta, el ventanal del testero, algunos canecillos figurados, así como su típica espadaña. En el interior su única nave se cubre con techumbre de madera, destacando su arco triunfal de medio punto que se apoya sobre capiteles que llevan un gran rosetón en el frente.
También en el entorno del actual templo se sabe que existió, como en otras iglesia de la zona, y con anterioridad a la construcción de la misma, una pequeña capilla rupestre a la cual acompañaba su correspondiente necrópolis alto medieval de tumbas excavadas en la roca, que posteriormente pasó a convertirse en granero o cilla, donde se almacenaban los diezmos que recogía el Monasterio de Aguilar, pues allí tenía posesiones, junto con los de Santa Fé de Toledo, Montesclaros y San Andrés del Arroyo; parece mentira que un pueblo tan pequeño como este de Frontada, diese para dar de comer a tantos. Una cilla o panera muy similar a está, también se conserva en la iglesia de Foldada.

Cómo llegar

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